La publicidad móvil es y seguirá siendo una herramienta de marketing operativo de la comunicación moderna. Se basa en el uso de la tecnología de comunicación móvil. Incluye desde mensajes publicitarios hasta el diálogo directo con el cliente en el dispositivo móvil.
Hoy en día, los smartphones o las tablets son artículos personales que se utilizan constantemente. Por lo tanto, los anunciantes esperan una alta accesibilidad desde casi cualquier lugar y en cualquier momento. Debido a la personalización, el gasto en la publicidad móvil es relativamente pequeño, ya que cualquier cliente potencial recibe sólo una pequeña parte de la publicidad, sólo la que se adapta a su perfil. El gasto extra se produce cuando los usuarios reciben constantemente anuncios de una campaña publicitaria de la que no son parte del grupo objetivo, por la falta de segmentación adecuada en dicha campaña.
En los dispositivos móviles la capacidad de los anunciantes para impactar en el consumidor es asombrosamente breve en el tiempo. De acuerdo con un reciente estudio de la Mobile Marketing Association (MMA), los anunciantes tienen menos de medio segundo para lograr impactar en el consumidor en el móvil. Mientras que en los dispositivos desktop al usuario le lleva entre 2 y 3 segundos ver y reconocer cognitivamente los anuncios, una cifra que es entre un 500% y un 700% superior a los 0,4 segundos que precisa el consumidor para completar
idéntica tarea en el móvil.
Esto implica que los formatos publicitarios tradicionales ya no son tan efectivos. Y si los potenciales clientes están pegados al móvil, ahí es donde tienen que estar los mensajes y dónde debe ir la inversión. Las marcas y las empresas deben entrar en esa ecuación.